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La práctica del I Chuan Tao en mi experiencia personal, implica el acto de transitar un Camino, que como decía el poeta "se hace al andar".El Instructor oficia de Guía pero el camino no está abierto delante del Practicante que sólo debería disponerse a recorrerlo. En realidad, únicamente el esfuerzo sostenido a cada paso, a cada instante, en cada segundo, es capaz de abrir el sendero. Asimismo, la Práctica encierra un elemento paradojal. Paradoja que se ilustra en la formulación "En el no-movimiento hay movimiento" y que en la postura del Chan Chuan se lleva a su máxima expresión. Ante los ojos de un observador externo, el Practicante aparenta encontrarse estático. Sin embargo, mediante el hecho de permanecer en la posición perseverando en el esfuerzo, puede lograrse el fortalecimiento del cuerpo y de la voluntad.
Otro aspecto que me parece relevante es la dimensión temporal. En ciertos momentos los movimientos deben realizarse muy lentamente. Creo que este modo de moverse lleva implícito el hecho de ingresar en "otro tiempo".Un otro tiempo no regido por las urgencias o avatares de la cotidianeidad, y que nos conecta con un espacio de silencio y concentración.
Finalmente cabe mencionar el sentimiento de satisfacción experimentado al concluir la Práctica, el hecho de haber dado un paso más en la serie finita de pasos.

Osvaldo E. Rodríguez

(Practicante de I Chuan Tao)